Qué no decir nunca a una persona en duelo (y por qué)

No es fácil saber qué decir en un funeral o a una persona que está en duelo. Aquí te doy unas pistas.

Qué no decir nunca a una persona en duelo (y por qué)

Acompañar en el duelo es delicado. A veces, con buena intención, decimos frases que hieren o aíslan. Aquí tienes lo que conviene evitar, por qué puede hacer daño y qué decir en su lugar.

  1. “Sé fuerte” / “Tienes que ser fuerte por tu familia”
    Por qué duele:
    Impone control emocional y convierte el dolor en fallo personal.
Mejor di: “No hace falta ser fuerte ahora. Estoy aquí para sostenerte.”
  2. “Ya pasó” / “La vida sigue”
    Por qué duele
    : Minimiza la pérdida y acelera un proceso que necesita tiempo.
Mejor di: “No hay prisa. Te acompaño al ritmo que necesites.”
  3. “Al menos…” (“Al menos no sufrió”, “Al menos tienes otros hijos”)
    Por qué duele: Compara y resta valor al vínculo perdido.

    Mejor di: “Lo que has perdido es único. Siento muchísimo tu dolor.”
  4. “Sé exactamente cómo te sientes”
    Por qué duele:
    Apropiarse del dolor borra la singularidad de la experiencia.
Mejor di: “No imagino del todo cómo es para ti. ¿Quieres contarme cómo te sientes hoy?”
  5. “Está en un lugar mejor” / “Era la voluntad de Dios”
    Por qué duele:
    Supone creencias que quizá la persona no comparte; puede despertar rabia o culpa.

    Mejor di: “Respeto lo que creas. Si te ayuda, háblame de ello; si no, te escucho igual.”
  6. “Todo pasa por algo” / “Todo tiene un propósito”
    Por qué duele:
    Justifica la pérdida y puede sentirse moralizante o frío.

    Mejor di: “Esto es injusto y muy duro. No estás sola/o.”
  7. “Ya deberías estar mejor” / “Han pasado X meses”
    Por qué duele:
    Impone plazos y genera vergüenza o aislamiento.

    Mejor di: “Cada duelo tiene su tiempo. ¿Qué te ayudaría esta semana?”
  8. “Fue lo mejor” / “Era su hora”
    Por qué duele:
    Niega la ambivalencia: puede haber alivio y dolor a la vez.
Mejor di: “Parece que hay emociones mezcladas. Si quieres, las ordenamos juntos.”
  9. “No llores” / “Tienes que distraerte”
    Por qué duele:
    Bloquea la expresión emocional y refuerza la soledad interior.
Mejor di: “Si necesitas llorar, aquí estoy. Puedo quedarme en silencio contigo.”
  10. Comparaciones y rankings de dolor
    Ejemplos: “Yo perdí a… y lo superé”, “Hay gente peor”.

    Por qué duele: Competir invalida y desconecta.

    Mejor di: “Tu dolor importa. ¿Quieres que te acompañe a dar un paseo?”
  11. Consejos rápidos y soluciones mágicas
    Ejemplos: “Haz ejercicio y verás”, “Tienes que salir más”.

    Por qué duele: Simplifica una experiencia compleja y puede culpabilizar si “no funciona”.

    Mejor di: “¿Prefieres compañía para una caminata corta o que te ayude con un recado?”
  12. Interrogar o buscar detalles
    Ejemplos: “¿Cómo fue exactamente?”, “¿Qué pasó al final?”.

    Por qué duele: Reabre heridas y convierte el momento en morbo.

    Mejor di: “Si te ayuda hablar de ello, te escucho; si no, podemos estar en silencio.”

Señales rojas: frases que casi siempre conviene evitar
Tópicos vacíos:
“Ánimo”, “Todo pasa”.
Imperativos emocionales: “No pienses en eso”, “No estés triste”.
Reencuadres forzados: “Míralo por el lado positivo”.
Culpabilización velada: “Debiste…”, “Si hubieras…”.

Qué sí ayuda: alternativas concretas


Validar: “Lo que sientes tiene sentido.”
Presencia: “Puedo quedarme contigo esta tarde.”
Ayuda práctica: “Voy al súper, ¿te traigo algo?”
Disponibilidad clara: “Te escribiré el martes; si no te va, me dices.”
Nombrar al ser querido: “Me acuerdo de [nombre]. ¿Quieres compartir un recuerdo?”

Cómo cuidar el cómo (no solo el qué)
Tono y ritmo:
habla despacio, sin prisa.
Escucha activa: mira, asiente, no interrumpas.
Permiso explícito: “¿Prefieres hablar o que simplemente esté contigo?”
Coherencia: cumple lo que prometes, aunque sea pequeño.

Acompañar bien es menos decir y más estar. Evitar frases que minimizan, comparan o aceleran el proceso protege a la persona en duelo. Y, sobre todo, una presencia honesta —con gestos sencillos y palabras pocas, claras y compasivas— aligera el peso y hace el camino más habitable.