¿Por qué se llevan flores a los entierros?
La tradición de llevar flores a un funeral está muy arraigada en todas las culturas. En este post te contamos cuándo y porqué nace.

La tradición de llevar flores a un entierro se remonta a muchos siglos atrás y es común a muchas culturas.
Este gesto simbólico es hoy una forma de expresar amor, respeto y condolencias hacia los seres queridos que han fallecido, y ha evolucionado a lo largo de los siglos.
Cómo nació esta tradición
Todo parece indicar que esta tradición surgió como forma de enmascarar el olor que desprendían los cuerpos durante el velatorio. En la antigüedad, se velaban los cuerpos en casa durante varios días en los que se pedía por su alma.
No existían las modernas técnicas de embalsamiento con las que contamos hoy en día y, las que había no estaban al alcance de todos.
Los cuerpos desprendían un desagradable olor, sobretodo en los meses de calor.
Para enmascarar ese olor se quemaba incienso y se cubría al fallecido con todo tipo de flores. Eso hacía más agradable el velatorio del difunto.
Evolución histórica
En la antigua Grecia, por ejemplo, las flores estaban asociadas con los dioses y se utilizaban en rituales funerarios para honrar a los difuntos.
Los romanos también adoptaron esta práctica, utilizando flores como una forma de homenajear a los muertos y adornar las tumbas.
Durante la Edad Media, en Europa, la peste bubónica asoló gran parte del continente, y la muerte se volvió una presencia constante en la vida cotidiana. Las flores se convirtieron en un símbolo de fragilidad y efimeridad, recordándonos la transitoriedad de la vida. Este simbolismo perdura hasta el día de hoy.
En la época victoriana, en el siglo XIX, las expresiones de luto y duelo alcanzaron su punto máximo. La sociedad victoriana tenía rituales estrictos en torno al luto, y el intercambio de flores durante los funerales se convirtió en una parte integral de este proceso. Las flores eran seleccionadas cuidadosamente para transmitir mensajes simbólicos, y cada tipo de flor tenía un significado particular.
Flores en los entierros en la actualidad
La tradición de llevar flores a un entierro persiste en muchas culturas alrededor del mundo. Aunque las costumbres pueden variar de una cultura a otra, el gesto de ofrecer flores sigue siendo una manera universal de expresar condolencias, solidaridad y apoyo a los familiares del difunto.
El acto de llevar flores no solo tiene connotaciones simbólicas, sino que también brinda consuelo estético en momentos de tristeza. La belleza efímera de las flores contrasta con la solemnidad del evento, recordándonos la fragilidad y la preciosidad de la vida.
La tradición de llevar flores a un entierro es un vínculo entre el pasado y el presente, una manifestación simbólica de respeto y amor hacia aquellos que han partido.
Aunque las prácticas funerarias han evolucionado a lo largo de los años, la presencia de flores en estos rituales continúa siendo un recordatorio tangible de nuestra conexión con la historia y la humanidad.